Hay muchos tipos de torrijas y muchos tipos de torrijas, hoy en día hay más fantasías sobre estos platos clásicos que pensamientos, que es una especie de belleza.
Cocino recetas para mamá, abuela, tía, etc. Y no he cambiado nada. Además del pan, compré el pan que venden en Mercadón, que está listo para satisfacer tal demanda. Esto es muy bueno y está recortado. Esta es una pequeña ventaja para mí.
Familiares y amigos solían ir a casa de mis padres el Viernes Santo a tomar un Torreja y una copa de Cointreau, ahora vamos a la playa.
Ingredientes para 1 barra de pan:
- Corta 1 barra de pan en rebanadas de 2 cm.
- ½ litro de leche
- 6 huevos
- 1 rama de canela
- 1 cáscara de naranja
- 100 g de azúcar
- 1 o 2 cucharadas de canela molida
- Aceite, si el de oliva es el más suave, utilizo aceite de girasol para cocinarlo.
Especificar:
Hervir la leche, las ramas de canela, la ralladura de naranja y la mitad del azúcar, remover uniformemente para diluir el azúcar, luego comprobar su dulzor y, si es necesario, añadir azúcar al gusto. Deja enfriar la leche.
En una tableta, mezcle 5-6 cucharadas de azúcar con 2-3 cucharadas de canela y reserve.
Vertimos leche fría en un recipiente y sumergimos las rebanadas de pan una a una para asegurarnos de que estén completamente empapadas. Lo escurrimos en un colador, yo suelo usar una olla a presión.
Usamos mucho aceite para poner la sartén al fuego y dejar que se caliente lo suficiente.
Batir 3 huevos y añadir una pizca de sal para liberar la clara (dejamos los otros tres por si no los necesitamos), humedecer los gajos y freírlos.
Después de freírlos, escurrirlos de la mantequilla con papel de cocina, luego batir con azúcar y canela hasta que se conviertan en patés, poner en un buen resorte y disfrutar.
Observaciones. –
La cantidad de leche, huevos y canela puede variar dependiendo de lo que esté empapando las torrijas.
La canela, el azúcar y la mantequilla son de nuestro agrado.
Por lo general, no hago almíbar para bañarlos porque esta receta evita que se sequen en la sartén. Hacen su propio almíbar. De todos modos, no los fríes demasiado. Usa aceite caliente. Tendrás los torriches más jugosos del mundo en tu regazo.