Esta vez nos encontramos mejorando una pierna de cordero asada al vino blanco. Esta receta es perfecto para todos y cada uno de los días y asimismo para cualquier clase de celebración familiar que poseas.
En el momento en que asistes a un acontecimiento, únicamente debes enseñar los platos con un tanto mucho más de aspecto que algún otro día y tus convidados van a quedar fascinados con la imagen y el gusto del cordero asado.
La mezcla del gusto del cordero con el gusto del vino blanco hace de este plato un plato delicioso, pero realmente pocas personas lo aprecian. Entonces proseguiré presentando los elementos y de qué manera elaborar la receta en aspecto.
materia prima
- 2 medidas de cuchara de aceite de oliva 4 libras de pierna de cordero
- 2 medidas de cuchara de harina para todo empleo
- sal y pimienta
- 1 libra de cebollas pequeñas peladas o 2 cebollas enormes, picadas.
- 4 dientes de ajo, en rodajas finas
- 1 taza de vino blanco seco
- 2 tazas de caldo de pollo
- 1 cucharada chica de romero seco o de 3 a 5 ramitas de romero fresco.
- 2 medidas de cuchara de gelatina de grosella roja
listo
Precaliente el horno a 325 ° F.
Vierta el aceite en una fuente para hornear grande y póngalo en la estufa.
Corta el cordero con un cuchillo afilado y emplea entre los dientes de ajo cortados para apretar las patatas fritas en la carne.
Sazone el cordero con sal y pimienta, entonces mézclelo con la harina.
Saltear el cordero en aceite ardiente a lo largo de 5-10 minutos.
Añada las cebollas y cocine por otros 5-10 minutos, entonces voltee el cordero y revuelva las cebollas hasta el momento en que estén doradas.
Añade el ajo, el vino blanco, el caldo, el romero y la gelatina de grosella, cocina a fuego retardado, enhorna, cocina tapado por 2 horas, espolvoreando con jugo ocasionalmente.
Destape la tapa y cocine a lo largo de 1 1/2 a 2 horas, entonces cocine de nuevo a intervalos regulares.
Sacar el cordero del vaso, ponerlo en un plato grande y dejar descansar en un espacio caluroso.
Si es requisito, desnatar y achicar el jugo en la sartén y machacar un tanto la cebolla.
Corte el cordero en rodajas gruesas; va a ver que la carne se desprende del hueso, con lo que podría acabar con mucho más trozos de los que cortó.