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POTAJE DE VIGILIA receta clásico

 

Potaje de Vigilia: por Verónica Redondo

Potaje de Vigilia. Una receta de la abuela, de las de toda la vida. Un guiso perfecto para cualquier ocasión, muy tradicional en Semana Santa.

RECETA DEL POTAJE DE VIGILIA TRADICIONAL

Las recetas tradicionales no pasan de tendencia. En la gastronomía de este país se reitera siempre y en todo momento un mismo patrón condicionado por las festividades que celebramos en todo el año. Es por este motivo que la mayor parte de las recetas que conocemos tienen una estacionalidad. Esto sucede sobre todo con la Semana Santa y con la Navidad. En las dos festividades encontramos distintas recetas para llevar a cabo durante ese periodo de fiestas. Esta vez es el turno de presentarte una receta tradicional de Semana Santa: un potaje de vigilia. Se trata de una receta de españa que comúnmente se realizaba los viernes de Cuaresma gracias a la prohibición religiosa de comer carne durante este periodo. Para hayar su origen, tenemos que remontarnos a la Edad Media, en Castilla. En esta temporada se estima que se empezó a popularizar en la Península Ibérica el consumo del bacalao en salazón. Este pescado se encuentra dentro de los ingredientes principales de esta receta. Podemos encontrar también este plato con el nombre de «Potaje de bacalao con garbanzos y espinacas» que alude a los 3 elementos personajes principales de este guiso. Como buena receta de cuchara, su elaboración requiere de un tiempo en la cocina, pero si sigues los pasos que te muestro a continuación podrás preparar de manera sencilla este delicioso potaje de vigilia. Para esto, necesitas los siguientes elementos:

 

INGREDIENTES para 2 personas:

  • 180g de garbanzos
  • Una cucharada chica de bicarbonato sódico
  • 1 cebolla
  • 1 pimiento verde
  • 2 huevos cocidos
  • 200g de espinacas
  • 300g de tomate triturado
  • 250ml de caldo de pescado
  • 250g de bacalao
  • sal y pimienta
  • Aceite

COMO HACER UN POTAJE DE VIGILIA DE LA ABUELA:

1.- La noche previo, ponemos los garbanzos en una olla y los cubrimos con abundante agua, que los cubra por completo. Agregamos una cucharadita de bicarbonato sódico que hará que los garbanzos se reblandezcan antes. Si no tienes bicarbonato, puedes sustituirlo por un puñadito de sal. Dejamos los garbanzos en remojo durante toda la noche.

2.- Al día después, empezamos con la preparación de nuestro potaje de vigilia. En una olla, con agua hirviendo, ponemos estos garbanzos ahora escurridos de su agua del remojo. Lo tapamos y dejamos que cuezan a lo largo de alrededor de 2 horas. Si usamos una cazuela exprés, van a estar listos en unos 25 minutos, en dependencia del tipo de garbanzo.

 

3.- Mientras que los garbanzos se cuecen, elaboramos un sofrito. Para esto, en una sarten, ponemos un chorrito de aceite y lo calentamos a fuego despacio. En el momento en que esté ardiente, añadimos la cebolla y el pimiento verde. Ambos elementos, bien picados. Salpimentamos y dejamos que se cocinen unos 10 minutos, siempre y en todo momento a fuego suave mientras que removemos todo habitualmente.

4.- Pasado este tiempo, en el momento en que la cebolla ahora esté blandita, agregamos el tomate triturado. Removemos de nuevo para que se integre el tomate y dejamos que se cocine todo otros 10 minutos mucho más. 

5.- En el momento en que el agua que haya soltado el tomate se haya evaporado, ponemos nuestro sofrito para el potaje de vigilia en un vaso batidor, agregamos el caldo de pescado y batimos bien hasta el momento en que quede todo muy triturado, sin grumos.

6.- En el momento en que los garbanzos estén cocidos, sin retirar el agua de la cocción, añadimos la salsa que acabamos de preparar, el bacalao troceado y las espinacas. Removemos ligeramente para que se mezclen estos elementos y tapamos de nuevo la olla para que se cocine todo 5 minutos mucho más.

7.- Pasado este tiempo, destapamos y observamos como ha disminuído el tamaño de la espinaca. Es el turno de añadir los huevos cocidos cortados en el medio y salpimentamos. Con las manos, hacemos unos movimientos circulares con la cazuela a fin de que el huevo se sumerja y concluya de cocerse. Hecho esto, servimos en el instante. 

Si bien esta receta es tradicional de Semana Santa, el potaje de vigilia es plato de cuchara que puedes llevar a cabo en cualquier ocasión. Una receta muy completa y saludable que mezcla verduras, pescado y legumbres, apto para diabéticos y además contribuye fibra, proteínas contiene muy poca grasa.

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