La muerte de este postre no puede ser más dulce. Una deliciosa mezcla de café y chocolate, con sabor a vainilla, para un pastel de chocolate rico, húmedo y perfecto que se derrite en la boca.
2 tazas de harina universal
2 tazas de azúcar
1 cucharadita de polvo de hornear
2 cucharaditas de bicarbonato de sodio
1/2 cucharadita de sal
3/4 taza de cacao en polvo
1/2 taza de aceite vegetal
2 huevos
1 cucharadita de extracto de vainilla
1 taza de leche
1 taza de café caliente
Precaliente el horno a 350 grados Fahrenheit.
Mezcle la harina, el azúcar, el polvo de hornear, el bicarbonato de sodio, la sal y el cacao en polvo en un tazón. Revuelva bien.
En un tazón, bata el aceite, los huevos, la vainilla y la leche con una batidora eléctrica a velocidad media hasta que quede suave. Mientras la batidora está funcionando, agregue lentamente la harina a la mezcla de huevo. Revuelva bien.
Agregue el café caliente a la mezcla y bata a velocidad media hasta que se mezclen.
Transfiera la masa a una bandeja para hornear de 9×13 o divídala en 2 bandejas cuadradas de 9 pulgadas.
Coloque en el horno y hornee a 350 grados durante 35-40 minutos o hasta que la masa del pastel esté lista, momento en el que se coloca un palillo en el centro.
Retire el molde del horno y refrigere por 10 minutos, luego transfiera el pastel a una rejilla para enfriar por completo.
Guarde el pastel en un recipiente hermético.